La malaria, pese a ser una enfermedad prevenible y curable, causa la muerte de un niño cada treinta segundos y provoca la muerte de un millón de personas cada año, según ha informado la Cruz Roja mediante un comunicado, en el que añade que los menores de cinco años y las embarazadas son los más expuestos a contraerla. La malaria se puede prevenir y curar totalmente con intervenciones de bajo coste, como las mosquiteras tratadas con insecticidas, la fumigación de hogares con insecticidas de acción residual, etc.