Bastó un certero mordisco para interrumpir el tráfico ferroviario entre Gijón y Oviedo durante una hora. Un pequeño roedor obligó ayer a los operarios de Renfe a intervenir de urgencia para restablecer la circulación, detenida entre Villabona y la ciudad por un cortocircuito que se produjo cuando el ratón le hincó los dientes a uno de los cables de la subestación de Veriña. Operarios de Renfe encontraron al pobre roedor carbonizado junto al cable.