El emperador chino Yung-Lo gobernó China entre 1402 y 1424. Era un poco paranoico, algo irascible, bastante desconfiado y , sobre todo, muy violento. En cierta ocasión, tuvo que emprender un viaje de varios días y dejó a su hombre de confianza, el general Kang Ping, al cargo de los asuntos de Estado y al cuidado de su bien más preciado, su harén.