Si usted tiene la osadía de poner su potente coche en una recta de cinco carriles a 200Km/h, en una recta sin ningún coche a su alrededor, cuidando muy bien de no dañar nada ni nadie, solo por el hecho de probar si esos 200CV sirven de algo, en un día soleado, sin viento… y zas, le saca una foto el radar, usted estará condenado sin remisión por un delito de seguridad vial, y aunque gracias a que usted es un “pardillo” sin antecedentes policiales no pisará la cárcel, pero quedará marcado de por vida con antecedentes.