Se trata de las placas fotográficas realizadas por una expedición de científicos estadounidenses, sobre todo botánicos, realizada entre finales de 1898 y principios de 1899. Y, he ahí que coincidió el marco geográfico y temporal con lo que en España se conoció como el Gran Desastre de 1898, que no fue otra cosa que la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas tras la guerra con los Estados Unidos. La técnica empleada son placas fotográficas de cristal primorosamente coloreadas a mano.