Ocho familias del número 5 de la calle Franzón Añino tienen una orden de desalojo de la Junta desde la semana pasada. Cinco de ellas, propietarias, no han sido realojadas y viven desde hace un año entre puntales. El techo, apuntalado desde abril de 2010, amenaza con caerse. El edificio está enfermo de aluminosis, una patología que debilita las vigas y resquebraja los muros. Tienen que abandonar el inmueble, les insta una orden de desahucio emitida por la Junta de Andalucía el pasado día 18. Pero no tienen dónde ir...