Las ondas de choque causada por los cometas que golpearon la Tierra podrían haber ayudado a la formación de los aminoácidos, los ladrillos de la vida. Nir Goldman del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore y la Universidad de Stanford han hecho simulaciones de los choques. Los cometas contienen polvo, gases comprimidos y hielo con pequeñas moléculas que promueven el crecimiento de bacterias, las moléculas prebióticas, como el dióxido de carbono, amoniaco y metanol. Los polímeros orgánicos se descompondrían en glicina y péptidos oligoméricos...