Todos los viajes están unidos a algún conseguidor. Kinshasa es Sam, República Centroafricana es François, Níger es Bisou, Sudán del Sur es Mario y Mogadiscio es Bashir y, sobre todo, el teléfono móvil de Bashir. Bashir te cobra 800 euros por noche en su establecimiento. En España no llegaría a la categoría de pensión, pero aquí es lo único que te separa de un secuestro o un ataque suicida. Incluye wifi, chaleco, casco, un pequeño ejército privado de ocho flacuchos armados y una excelente carne de camello al medio día.