Es duro ser millonario en España, dice el autor de este artículo. Creo que lleva razón: "Mucho nos quejamos por aquí de los cuatro millones de parados y de las desdichas que afligen a los trabajadores en general, pero nadie se compadece de los pobres millonarios a quienes la crisis está dejando sin millones. España, sin ir más lejos, perdió el pasado año un 20 por ciento de su nómina de potentados"...