[c&p]Al principio, ni siquiera me mira. Después, entre constantes interrupciones por preguntas suyas relativas a mis creencias religiosas o a mi estatus familiar, la relativa tensión inicial se va disipando y la conversación se hace más fluida. (...) El interlocutor es maulavi Sayyed Shah Mosleh, de 30 años, jefe del autoproclamado Departamento para la Reforma del Estado Talibán en la provincia de Herat, con capacidad de nombrar cargos en la administración paralela que los talibanes han diseñado en las zonas que controlan.