La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) presentó demanda contra el dueño de un local por hacer, supuestamente, uso de música gestionada por ella y por tanto objeto de propiedad intelectual. El demandado demostró usar tan solo música gestionada por otra entidad, bajo licencia "creative common", es decir, colgada en la red para descargarla libremente