Miguel Carcaño, el único condenado por el asesinato de Marta del Castillo, dispone de una televisión de plasma en su habitación en el módulo 14 de la cárcel de Morón de la Frontera, tal y como avanzaba en exclusiva «El Programa de Ana Rosa». Miguel Carcaño puede hacer uso de una piscina olímpica y una videoconsola en el módulo. Pero el presunto asesino prefiere pasar el día de manera tranquila revisando la correspondencia de sus admiradoras, quienes le mandarían abundantes cartas con dinero, único ingreso del recluso.