Los jugadores alevines de tres equipos de fútbol del centro de Italia decidieron no disputar los partidos previstos este fin de semana en señal de protesta contra sus padres 'ultras', cuyo fanatismo "arruina el placer del juego",. Los jóvenes, de ocho a diez años, anunciaron su intención de no jugar en una fiesta anual de sus clubes, cerca de Florencia, presentándose ante sus padres con carteles donde se podía leer: "No arruinéis el juego de vuestros hijos", "Padres: dejad de pelear, dejadnos jugar".