Manipular en estos momentos TVE, quitando a Ana Pastor y poniendo de nuevo a Urdaci (por poner un ejemplo), resultaría obsceno, perjudicaría su imagen y, además, no es indispensable: si finalmente Público desaparece, el 90% de los medios de comunicación españoles serán de derechas. Por eso no parece que el PP pretenda poner la televisión pública a su servicio: simplemente quiere que se desangre, que muera de inanición, que encoja hasta ser invisible.