Manuel Fraga, planteó durante su presidencia de Alianza Popular (AP) la posibilidad de que si la banda terrorista ETA asesinase a Felipe González, entonces presidente del Gobierno, dejaría el paso libre para que la derecha tomase el poder. Así lo pone de manifiesto Jorge Vestrynge, antiguo secretario General de AP, en Memorias de un maldito, en las que narra entre otras muchas cuestiones cómo “se me quedó la boca seca” cuando escuchó a Fraga plantear el magnicidio que supondría la toma del poder por parte de la derecha.