Imbuidos de un espíritu mesiánico, los dirigentes de esa sociedad que preside el pseudoprogre Teddy Bautista -quién le ha visto y quién le ve- se dedican ahora a colocar detectives y soplones en bodas y demás actos festivos para esquilmar los bolsillos de los contribuyentes, haciendo caso omiso a la legalidad y a la moralidad. Y utilizando, además, métodos más propios de la Stasi en la RDA -¿Se acuerdan de "La Vida de los Otros"?, amparados en una especie de patente de corso que parece les emana del Gobierno.