La silicosis, quizá la enfermedad profesional más antigua que se conoce y que golpeó a generaciones de mineros durante el siglo pasado, está emergiendo de nuevo coincidiendo con el repunte en la construcción de encimeras en cocinas y baños usando aglomerado de cuarzo. Un estudio elaborado por el sindicato Comisiones Obreras advierte que más de 700 trabajadores andaluces (el 15% de los 5.000 empleados de la industria del mármol y la madera) tienen contraída esta enfermedad derivada de la inhalación de polvo de sílice durante varios años.

El sindicato CCOO ha reclamado la prohibición de los aglomerados de cuarzo, empleados en las encimeras de las cocinas con distintas marcas comerciales, por considerarlos responsables de la "grave epidemia de silicosis que se extiende entre los trabajadores" que manipulan estos productos. Relacionada: www.meneame.net/story/silicosis-afecta-veintena-trabajadores-pelagatos

La silicosis afecta a una veintena de trabajadores de Pelagatos. Esta enfermedad fibrósica-pulmonar de carácter irreversible se contrae mediante el silestone, un material usado para la fabricación de encimeras. CCOO reclama medidas en salud laboral

La ministra de Sanidad, Leire Pajín, asiste a la presentación del edificio técnico del Instituto Nacional de Silicosis, anejo al nuevo HUCA y aún desnudo de equipamiento

Mi abuelo Antonio murió de silicosis. Él no envejecía vaqueros, sino que trabajaba en el interior de una mina de potasa a mediados del siglo XX. No llegué a conocerlo, murió cuando mi padre tenía 15 años. Pero estoy seguro de que él tampoco hubiera entendido la necesidad de comprar un pantalón previamente gastado.

Una empresa valenciana ha inventado una lavadora ecológica y una técnica de láser que destiñe los pantalones vaqueros de forma limpia y rápida, con lo que se evitará que dos millones de trabajadores corran el riesgo de sufrir silicosis, ya que ahora contraen la enfermedad al envejecer los jeans manualmente.

El Juzgado de lo Penal número 1 de Bilbo ha condenado al gerente y dos altos directivos de Insertec (Galdakao) a penas de cárcel que van de tres a nueve meses de prisión por un delito contra la seguridad y la salud de los trabajadores, ya que el operario I.U. sufre silicosis porque no se adoptaron las medidas de prevención adecuadas. Además, Insertec deberá pagar 165.000 euros de indemnización.

Said camina despacio, a cada paso su respiración suena como un acordeón roto. Sufre silicosis, una enfermedad respiratoria irreversible y en muchos casos mortal. Con gran esfuerzo, escala el murete de piedra y pasa al prado donde se han congregado los hombres de la aldea: casi todos están enfermos.