Ruedas pinchadas, algunos cristales rotos y amenazas se han convertido en los comportamientos más habituales, según denuncian diversas organizaciones empresariales. Las fuerzas de seguridad han comenzado a disolver piquetes de la huelga del transporte y a actuar con contundencia (en Alicante detuvieron ayer a cinco huelguistas) para intentar garantizar el abastecimiento de víveres y combustibles y el derecho al trabajo de quienes no secundan el paro.