Durante unas millonésimas de segundo tras el Big Bang, el universo consistía en una sopa caliente de partículas elementales llamadas quarks y gluones. Unos microsegundos más tarde, esas partículas empezaron a enfriarse y formar protones y neutrones, los bloques básicos de la materia. A lo largo de la pasada década, físicos de todo el mundo han estado tratando de recrear esta sopa, conocida como plasma de quark-gluón (QGP), haciendo chocar núcleos de átomos con suficiente energía para producir temperaturas de billones de grados. En español en
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