Hubo una época, ahora ya incomprensible, en la que los mejores cerebros de mi generación eran maoístas, o sea, seguidores del camarada Mao Tse Tung, lo que da una idea del alto nivel generacional. Eran maoístas Piqué (el millonario), Borja (el que lleva mil trescientos años en el Ayuntamiento de Barcelona), Vila Matas (el gran artista), Hernández (esta era del cine), en fin, muchos... y yo incluido, qué le vamos a hacer.