Me acabo de enterar de que las chachas, normalmente filipinas o indonesias, no pueden casarse ni parir en Singapur. Es decir, si se quedan embarazadas deben abandonar el país. La medida responde en parte a que el gobierno quiere mantener la mayoría china que siempre ha habido desde la colonización británica, y a que los extranjeros preferidos por el poder son los occidentales, no los vecinos asiáticos que no sean étnicamente chinos.