[c&p] Quizás la avería más espectacular relacionada con la descompresión explosiva fue la registrada el 28 de Abril de 1988 por un Boeing 737-200 de Aloha Airlines. A 7.300 metros de altitud sobre el océano Pacífico, el segmento del fuselaje que cubría la parte delantera del avión se desprende y sale volando. Los pasajeros, de repente, se hallan sentados al aire libre. El capitán, Robert Schornstheimer, consigue aterrizar un cuarto de hora más tarde, con su avión convertido en un descapotable, en la isla de Maui, Hawaii.