Con tanto despilfarro en la contratación de futbolistas galácticos me prometí un día, en un arranque de solidaridad con la clase obrera, que antes me hacía católico que del Real Madrid de los multimillonarios. Lo que ya es prometer. Y como soy hombre de palabra, quise comenzar mi conversión con la lectura de la última encíclica del Papa Benedicto XVI, “Caritas in Veritate”. Hombre, me dije, además por fin se dedica a hablar de la crisis y de los desalmados que la han provocado. ¡Qué lectura mejor para una inmersión en el espíritu del Evangelio!