Estoy seguro de que Su Maldad, BenedictoXVI, en su próxima visita a España, se encontrará como en el Vaticano, o sea, rodeado de delincuentes, chorizos, hipócritas, genocidas, incautos, pero le pediría que, ya que su visita nos cuesta a los españoles, creyentes y no, casi 40 millones de euros, que no lo repita jamás. El que avisa no es traidor.