[c&p] Piense en sus últimos almuerzos. ¿Cuántas veces, llevado por el hambre, ha devorado el plato en apenas cinco minutos? ¿En cuántas ocasiones no ha podido rechazar un último bocado del postre, pese a sentirse ya saciado? Si le han venido a la memoria varios episodios similares, empiece a preocuparse por la báscula porque, según los resultados de un estudio, comer rápido y hasta hartarse triplica el riesgo de sufrir sobrepeso.