Los recientes ciber-ataques contra sistemas informáticos gubernamentales muestran que los Estados, con China a la cabeza, descubren el poderío de estas nuevas armas, menos caras y más discretas que escuadrones de tanques o espías. Sitios sensibles de los gobiernos estadounidense, francés, alemán y británico, entre ellos el Pentágono y el ministerio de Defensa francés, fueron objeto en los últimos meses de ofensivas por internet.