En los tiempo del turno de partidos de Cánovas del Castillo los funcionarios del Estado rotaban conforme al color dominante del momento y el resto se convertían en ‘cesantes’, células durmientes de la maquinaria administrativa liberal o conservadora, a la espera del retorno de su partido al poder. Con el cambio de gobierno, una plétora de directores, secretarios, subsecretarios, consejeros, y asesores del Instituto Cervantes, el Consejo Superior de Deportes, el Instituto de la Mujer van a convertirse en cesantes...hasta que vuelva el PSOE.