El presidente sirio, Bashar Asad, vendió a los servicios de Inteligencia franceses el número de teléfono vía satélite del dirigente libio Muamar Gadafi a cambio de que el Gobierno de Nicolas Sarkozy rebajara la presión sobre el régimen sirio por la represión de las protestas. Según un ex agente de Inteligencia en Trípoli, Rami El Obeidi, espías franceses que operaban en Sirte, ciudad natal de Gadafi y su último refugio, consiguieron tender una trampa al dictador tras obtener su número de teléfono vía satélite del Gobierno sirio.