En el potro de tortura, Winston Smith, el protagonista de 1984, gritaba que dos y dos eran cuatro, y que no podía ser de otra forma. Una sociedad bien informada tiene previamente que estar bien formada, y para ello se requiere un plus de matemáticas, que vaya más allá de la capacidad de contar. Los números son objetos que también se relacionan. Poniéndolos en relación trasladamos relaciones del mundo real a nuestra mente, y la enriquecemos, pudiendo así volver a la realidad actuando sobre ella con más tiento y acierto.