La Junta de Andalucía, presidida por José Antonio Griñán, debe 2.400 millones de euros a Farmaindustria y Fenin, las principales agrupaciones de proveedores sanitarios. Esta cantidad representa el 24,55 por ciento del total de la deuda de las autonomías. Farmaindustria agrupa a los distribuidores farmcéuticos, mientras que Fenin aglutina a los de tecnología sanitaria. La Junta debe a estos últimos los pagos por todo tipo de materiales, desde las gasas, hasta los equipos de resonancia electromagnética.

Una gran multinacional, la farmacéutica Roche, advierte a España por la morosidad sanitaria. Los hospitales públicos tardan una media de 468 días en pagar los medicamentos, según la patronal Farmaindustria. Los laboratorios temen que se sigan acumulando las facturas impagadas y algunos ya se han movido para advertir a las Administraciones. La compañía suiza ha sugerido al Gobierno y a cinco comunidades que podría limitar el suministro de medicamentos a los hospitales más morosos.

“El tema de la deuda debe resolverse ya porque somos el país que peor paga de toda Europa”, aseguró el presidente de la patronal, quien explicó que este impago no solo es perjudicial para la industria sino para el país, ya que está “deteriorando” la imagen de España” a nivel internacional. “Nos estamos degradando como país moroso”. El presidente de Farmaindustria, Jordi Ramentol, pidió hoy al nuevo Gobierno que “resuelva ya” el tema de la deuda hospitalaria por suministro de medicamentos, que asciende a los 5.800 millones de euros...

Se está haciendo una política de apoyo a los genéricos que no tiene sentido, como si los genéricos no fueran industrias que van a ganar dinero. Son exactamente industrias farmacéuticas, como la industria innovadora, con una diferencia. La innovadora emplea los beneficios en desarrollar nuevos medicamentos y la de los genéricos en copiarnos. Además, los genéricos no tienen la misma eficacia que uno de marca porque actualmente se acepta un más menos 20% en la biodisponibilidad, que es la cantidad de principio activo que tienes en plasma

El director general de Farmaindustria, Humberto Arnés critica las medidas propuestas por Leire Pajín como “desproporcionadas”, “dañinas”, “erróneas” e “inadmisibles”. Arnés no tuvo tal despliegue dialéctico para con las medidas del gobierno cuando en el mes de marzo pasado le supusieron al sector farmacéutico ayudas de dinero público por valor de más de 11.000.000 de euros[1], con lo “desproporcionada”, “dañina”, “errónea” e “inadmisible” además de “inmoral” que podría llegar a considerarse toda ayuda pública a un sector como el farmacéutico.

Hasta hace aproximadamente tres años, activistas y empresa farmacéutica colaboraban, se sentaban en la misma mesa y debatían sobre los medicamentos en investigación, los efectos secundarios o la implementación de los ensayos clínicos. Todo eso cambió cuando Farmaindustria, Asociación Nacional Empresarial de la Industria Farmacéutica, empezó a aplicar su código ético (disponible en pdf aquí) por el que limita el acceso a la información sobre fármacos y moléculas en estudio a los no prescriptores de medicamentos.

Con la que está cayendo en Farmaindustria, después de los tijeretazos del Gobierno, de que las autonomías apuesten de forma descarada por los genéricos, y de que el Senado le pusiera la cara en vergüenza al director general, Humberto Arnés, por la sumisión al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, ahora la patronal de la industria farmacéutica innovadora sale con una propuesta al ex presidente del Gobierno, Felipe González, para incorporarle en las próximas semanas como nuevo miembro de su Consejo Social, un órgano consultivo formado por exp

Esta semana en Europa se está debatiendo permitir a farmaindustria hacer publicidad directa a los pacientes de sus fármacos, algo que en España está prohibido excepto en medicamentos de uso común. Las farmacéuticas gastan más en publicidad (¿congresos, regalos?) que en investigar. El artículo propone prohibir la publicidad sobre fármacos a todo el mundo y cuenta las ventajas que podría tener para todos.

Farmaindustria ha dado un plazo de 10 días al consejero vasco de Sanidad, Rafael Bengoa, para que anule la medida de sustituir las prescripciones de cuatro principios activos de marca por genéricos.

Innecesaria, desproporcionada y devastadora". Esos fueron los adjetivos utilizados por ayer por Jesús Acebillo, presidente de Farmaindustria, para calificar la decisión del Ejecutivo de recortar en otros 1.300 millones de euros el gasto farmacéutico, a través de una bajada de los precios de los medicamentos sujetos a patente (1.000) y la adaptación de los envases de fármacos a monodosis para controlar la producción (300).

"La industria farmacéutica ha recibido 95 solicitudes de financiación para proyectos de investigación de los gobiernos autónomos. Se trata de la primera solicitud de ayudas dentro del programa +i (www.mas-i.es) puesto en marcha por la patronal de los grandes laboratorios, que está dotado con 180 millones para tres años."

El lobby empresarial financia a escondidas a los periodistas "favorables". El Código ético prohíbe de forma expresa los obsequios a los médicos. ¿Se aplican en España los criterios éticos que operan en EEUU? Da la impresión de que no. Lean y comparen.

Mientras tanto, en la web de farmaindustria extractan recortes de prensa en los que los titulares lo dicen todo: que si el ministerio no invierte dinero en investigación, que si Zapatero pone en peligro la investigación, que si no fuera por nosotros, que mira que buenos somos que mantenemos empleo en plena crisis.

En el año 2002, la industria farmacéutica española presentó un programa para solucionar la acumulación de residuos farmacológicos: el SIGRE (Sistema Integral de Gestión de Residuos). La idea era que todos los españoles depositáramos los medicamentos usados o caducados en unos puntos de recogida instalados en 20.000 farmacias para ser incenerados. Resulta que ni una sola píldora se ha llegado a incinerar en los 7 años de funcionamiento del Sigre. En cambio, unas 12.000 toneladas de medicamentos han sido enterradas en un solo vertedero en Galicia

Eskazine, un fármaco para el tratamiento de la esquizofrenia, ha desaparecido de las farmacias españolas desde hace casi un año. Sin avisar. Los pacientes afectados están obligados a cambiar a otros tratamientos, con el grave riesgo para su salud que esto implica (nuevas crisis, efectos secundarios). El laboratorio que lo fabrica dice que la falta un componente (ja ja ja...), eso sí es gracioso. Lo que no lo es tanto es que el dinero valga más que la salud...

Farmaindustria ha propuesto hoy al Gobierno una iniciativa estratégica en enfermedades raras que sitúe a España entre los países líderes en esta investigación, algo para lo que aportaría 300 millones de euros en el periodo 2007-2012, a cambio de «la plena armonización de España en materia de patentes».

La "campaña publicitaria" comenzó en 2002 con la formación del 'Grupo de Trabajo sobre la Ética, los Valores y el Racionamiento de los Cuidados Críticos', financiado por la farmacéutica con 1,8 millones de dólares (casi 1,5 millones de euros) y encargado de denunciar la limitación al uso de Xigris para algunos pacientes debido a su elevado coste.

Farmaindustria responsabilizó al sector de la distribución de provocar el desabastecimiento de algunos medicamentos de elevado consumo en el 68% de las oficinas de farmacia españolas y de desviar esos fármacos a otros países del entorno europeo donde no están sujetos a un precio intervenido y, por tanto, pueden obtener más ganancias al venderlos a precio libre. Vía www.bifri.net/story.php?id=685