Conozcan a Jonathan, un pobre chico que fue timado en navidad por sus propios padres quienes se divirtieron a sus costillas haciéndole creer que había recibido de navidad una Xbox 360, cuando en realidad era tan solo una caja llena de ropa para el invierno. Pero hay que ser un grandísimo HP con mayúsculas, para hacerle eso a un niño, o simplemente los padres no entienden el sentimiento de ser niño, y esperar algo que se desea con muchas ganas de navidad, o son unos crueles bastardos. Incluye el vídeo de esta tropelía, lamentable..