Un villancico muy especial, "tocado" con mucha energía, mucha vitalidad y con todo lo que sale de dentro de uno. Eso sí que es entrega y no el Bisbal cantando...
La famosa y madrileña plaza de Colón ha convertido su fuente en un gigantesco karaoke del popular villancico Adeste Fideles. Mucha de la gente que pasa por allí no duda en ponerse a cantar a coro.