El tirador norteamericano Matt Emmons falló el último tiro, que le iba a dar el oro en Atenas 2004, al disparar a un blanco equivocado. Ayer, cuando estaba a punto de conseguir el oro en Pekín, se volvió a repetir la historia, e incomprensiblemente, a falta de un solo disparo, se le disparó el arma antes de tiempo y acertó a la pared, regalando el oro al competidor chino, de nuevo. Emmons acabó 4º ante la atónita mirada de su mujer, una tiradora checa.