La viuda y sus cuatro hijas habían alquilado todo el cuarto piso -53 habitaciones- del Hotel Conrad, en una de las zonas más exclusivas de Bruselas. La familia del emir tenía a su disposición a 17 sirvientas, a quienes obligaban a trabajar por un sueldo mísero y no dejaban salir sin vigilancia, según revela la prensa belga. El caso salió a la luz cuando la semana pasada una de las mujeres, de nacionalidad marroquí, consiguió escaparse y avisar a la policía, que registró ayer el cuarto piso del Conrad y encontró a catorce de las jóvenes...