Todo ha empezado con una etiqueta de Twitter,
#Graciasfuncionarios, en la que muchos ciudadanos mostraban su apoyo a los empleados públicos. Conforme se sucedían las conversaciones en dicha red social, los empleados públicos y ciudadanos han ido subiendo el nivel de indignación por los recortes aplicados por el Gobierno de Mariano Rajoy.