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Cuando Heidegger se coloca bajo palos
Ni un minuto había pasado cuando Johan Cruyff caía derribado dentro del área. El colegiado británico Jack Taylor no dudó ni un instante. Penalti. Era un apacible día de julio en Múnich, y los aficionados se agolpaban en las gradas del estadio Olímpico para ver a su selección levantar la Copa del Mundo de 1974. Pero todo se torcía desde el inicio, ya que Neeskens, con su habitual disparo duro, anotó la pena máxima decretada tras la falta a su compañero. Nada pudo hacer Sepp Maier, el mítico guardameta alemán. Pero todo se quedó e
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