Por toda África, algunos países de Asia y también en algunos de América es muy habitual que la gente tenga costumbre de estos juegos de siembra, en los que unas semillas o conchas están distribuídas en unos huecos parecidos a hueveras y se toman de un espacio y se va sembrando los espacios siguientes de semilla en semilla, capturando las semillas del enemigo según unas normas, que como es de esperar en un juego tan extendido y tan antiguo, tienen variaciones geográficas. Parece ser que el origen de esta familia de juegos el África occidental.
Y también el nombre varía de un lugar a otro. Mancala, naranch, pand, pallanguli, dakon, wari, oware, tsoro, mban, madji, mangola, awele, mweso, iuthi, mefuhva, bao kiswahili bao bau, awari, ba-awa, lontu-holo, chisolo...
La idea es que hay dos campos, el propio y el de enfrente, cada uno con un número de huecos. Al inicio cada hueco tiene 4 semillas y cada turno el jugador toma las semillas de uno de sus huecos y las va sembrando en los siguientes "campos" de una en una, en sentido contrario al las agujas del reloj. Si finaliza su siembra en un campo de enfrente en el que hay una o dos semillas recoge la cosecha para sí mismo. Gana quien tenga más semillas al final del juego. Las variantes de estas reglas son muchas, pero no muy sustanciales.
Necesitamos una huevera y unos guijarros, céntimos, garbanzos, botones... y un compañero de juego.
Disfrutad.