Juegos de andar por la calle me recuerdan a mis abuelos por eso de a tapar la calle, que no pase nadie, que pasen mis abuelos comiendo buñuelos, tortillas amarillas y a sentarse de rodillas...
Pero no es el único juego de andar por la calle, no.
El que más y mejor he practicado yo es en pareja. Se trata de ir al mismo paso y cada uno tiene un objetivo, uno que las piernas adelantadas sean simultáneamente las dos derechas o las dos izquierdas y otro que sean las dos interiores o las dos exteriores. El ganador final no está definido, pero vas por la calle dando saltitos como si bailaras. La gracia son las fintas, hacer creer que cambiarás el paso pero no hacerlo, intentar adivinar al otro.
El hermano pequeño de este juego son las coreografías en las que se van dando con ritmo y piernas predeterminadas. "Dónde estará el avión, el avión, el avión..."
Los clásicos de no pisar las lineas de las baldosas dependen mucho del tipo de suelo, obviamente, y requieren ciertas normas para no poner en peligro la integridad de nadie. Ojocuidao en sitios muy concurridos, otros usuarios de la vía no tienen que sufrirnos.
Y "el suelo es lava", todo el mundo a toda prisa a levantar los pies para no quemarse.
Paseando se puede jugar a los mismos juegos que en esos viajes largos en coche: el veo-veo, las palabras encadenadas, contar coches de colores, o animalitos... Con niños pequeños a veces esto sirve para que localicen cosas que quieres que aprendan: letras, números, formas... Y adivinar cosas que piensa el otro, con preguntas que se respondan con sí o no, que es como un veo-veo pero en plan pienso-pienso.
De niña vivía en un pueblo y era ya rarita. Las matrículas de los coches me servían para hacer cálculos inventados (me molaban los de divisibilidad y a veces me sorprendo volviendo a jugar a eso) y a veces en lugar de caminar saltaba por el bordillo, un salto abajo y otro arriba. Energía de sobra que tenía.
#quedateencasa para que estos juegos vuelvan a las calles en un tiempo razonable.