Young acaba de demandar al equipo de campaña del presidente estadounidense porque "no puede permitir que su música se use para una campaña divisiva y no estadounidense, de ignorancia y odio”. El músico ha presentado una demanda en que le acusa de infringir derechos de autor por tocar sin autorización sus canciones. Se refiere, concretamente, a la utilización en mítines de Trump de algunos de sus temas más conocidos, como “Rockin’ in the Free World” o “Devil’s Sidewalk”, incluido uno realizado el 20 de junio en Tulsa, Oklahoma.