Nos recibe Santiago Abascal (Bilbao, 1976) a porta gayola: "¡Hombre, MARCA, yo era más de As, pero sólo por la contraportada!". Decoran su despacho muchos libros, banderas, una gorra de Donald Trump, varios reconocimientos y hasta un ninot. Nos atiende sin prisas ni presiones, sin asesores a su alrededor, y posa las veces que hagan falta para que las fotos salgan bien. Es como es. Sin complejos.