Julio Anguita, político de culto, cuya potente figura trasciende el espacio mediático reservado para este tipo de políticos que están fuera del circo mediático, de la parafernalia y de los asesores de imagen. Su forma de hacer y entender la política en base a la didáctica, sin insultos ni aspavientos y lejos del borderío, hace que sea el boca a boca de los ciudadanos el que lo eleve a la cúspide, siendo año tras año el político más valorado en todas clases de encuestas, sin renunciar a quien era y de donde venía.

Puede decirse que, a lo largo de estas décadas, el misterio Galíndez ha sobrevivido al paso del tiempo alimentado con el secreto de las autoridades estadounidenses, el silencio esquivo del PNV, la eliminación de los archivos gubernamentales en la República Dominicana y, quizá, también con la vocación ahistórica de la democracia española.Demasiado secreto en torno a un hombre que trató de sostenerse en el vendaval internacional desatado tras la guerra civil española y que encontró una muerte horrenda a manos de los sicarios de Leónidas Trujillo.

Discurso de Jesús Gil en el verano de 1991 en el programa de Telecinco "Las Noches de Tal y Tal", en su jacuzzi rodeado de jamergas, unos pocos meses después de su investidura como Alcalde de la Ciudad de Marbella.