Hay quienes crean perfiles falsos en redes sociales, los nutren de contenido e interacciones y, cuando llegan a ser 'influencers', los usan con fines diversos. Una agencia de publicidad nos cuenta cómo lo hace. Tienen miles de seguidores, igual que las celebridades de carne y hueso. Recomiendan lencería fina, ropa deportiva o restaurantes de lujo, como hacen los famosos. Sus fans les escriben mensajes y a veces hasta se enamoran de ellos. No saben que están interactuando con marionetas virtuales. La agencia de Monzón controla casi 500 kibukis.