En el 28º Congreso del PSOE, Felipe González decide dar un paso decisivo para pedir en su ponencia la eliminación del término marxista de la ideología del partido. Un grupo de militantes, encabezados por Francisco Bustelo y Pablo Castellano presentaron una enmienda contra la propuesta de Felipe González y le tumbaron la ponencia. Ante aquella derrota, Felipe González presentó su dimisión y aquel congreso es cerrado en falso.