Llegué a esta ciudad en 1999, mi mujer está aqui y la gran mayoría de la gente a la que llamo amigos, me he pateado sus calles y emborrachado en sus bares (y al revés), es la ciudad que me adoptó y aprendí a querer. Sigo siendo gallego (y muy gallego) pero también me siento de aquí. Y la tienen que cerrar, y dejarme dentro, porque es un foco de infección y no quiero que lo que desgracidamente tengo en mi ciudad se expanda hacia otras partes de España, es lo responsable y lo civico por lo menos hasta que esté …