Sospechosa democracia

Te voy a revelar algo que te va a sorprender. En los días de mi propio poder tuve una vez una comida en el Elysée; enfrente de mí tenía a un profesor francés de sociología. Tras el discurso de Giscard d’Estaing me contó que un par de alumnos suyos durante la campaña electoral habían colgado los carteles con los retratos de Giscard y Mitterrand en un pueblo rural retrasado de Tailandia. El pueblo de ahí no había oído nunca hablar de ellos y nadie sabía leer lo que ponía en los carteles. El día de las elecciones presidenciales los dejaron votar, ¿y qué crees que ocurrió? El resultado coincidió exactamente con el de Francia. Eso entonces nos hizo reír, el profesor lo consideró un buen chiste y no creo que jamás se haya atrevido a sacar la terrible consecuencia que de ello se deduce.

El descubrimiento del cielo. Harry Mulisch