SE ROMPIO EL CRYSTAL - Ilustración y cuento de Oswaldo Mejía Cap. 2 del libro "Delirios del Lirio"

Sí, yo soy el guardián de tus recuerdos, se todo de ti pues siempre estuve dentro de ti. Soy el farol que recorre los lugares más oscuros y recónditos de tu subconsciente. Soy quien te alcanzará añoranzas que te motivarán a llorar. Las lágrimas son necesarias para lavar y enjuagar el espíritu. Soy el que te facilitará los remordimientos a los que te regirás para evitar tu reincidencia. Soy también el que traerá a tu mente momentos gratos del pasado con los que dibujarás efímeras sonrisas en tu semblante. Fabricaré tus alter ego y la mitomanía con la que enfrentarás tus desazones y adversidades cuando la vida se te presenta miserable y hasta de aspecto inmanejable. Soy el responsable de todas las mutaciones por las que transitaste mientras fui moldeando lo que se me encomendó hacer de ti.

Voy a contarte cómo de un minúsculo trocito de polvo me di a la tarea de modelar la torre que ordenará el curso de los vientos que soplarán las orejas de los buscadores inquietos... Que parirá mundos fantásticos, testimoniando de ese modo, que mi obra no fue la edificación de un hombre más: Tú serás único e insustituible. Otros harán obras magnánimas, pero ninguno podrá hacer lo que es de tu ley.

… Flotas en un mar amniótico, que te provee de paz y plenitud. Tan sólo eres un punto en la inmensa línea de la vida pero ya estoy enquistado en ti…Soy la CIRCUNSTANCIA misma, soy tu creador, y a la vez soy tu creación. En cambio, la soledad es toda tuya, de ella te nutres mas no le temes pues es una soledad tibia y acogedora que te permite parasitar agradablemente. El bulbo que te contiene está brindado a ti y a merced de mi labor como tu fabricante. Te sientes muy bien agitándote como pez pero ello no puede ser por siempre. Debo prepararte para las nuevas etapas y espacios que se avecinan, y para eso tengo que ir variando de manera gradual tu estado elemental; adicionando a tu ser piezas e ingredientes que irán desde lo más simple a lo más complejo. Debo ser muy cuidadoso en cada uno de los trazos de tu diseño, porque si algo fallara, todo lo que podría hacer luego, seria pedirte perdón en silencio… ¿De qué serviría si ya no se podría remediar lo mal hecho? Mejor ser cuidadoso…

Has crecido mucho. Siento el inmenso orgullo de ser el arquitecto que va ensamblándote y forjándote. Mis plazos son muy estrictos, entonces debo esmerarme por lograr la meta de un modo rápido y eficaz si no quiero fracasar, y no existe entre mis expectativas la posibilidad al fracaso. Ya estás casi listo para el primero de los fines. A partir de este, tu existencia estará plagada de...

O. Mejía, Arte y cultura

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