Manifiesto de Unabomber (VI). Las actividades sutitutorias

ACTIVIDADES SUSTITUTORIAS 

38 Pero no todos los aristócratas ociosos se convertían en aburridos y desmoralizados. Por ejemplo, el emperador Hirohito, en vez de hundirse en un hedonismo decadente, se volvió un apasionado de la biología marina y llegó a distinguirse en ese campo. Cuando la gente no tiene que esforzarse en satisfacer sus necesidades físicas, a menudo crea objetivos artificiales para llenar sus vidas. En muchos casos las personas persiguen estas finalidades con la misma energía y compromiso emocional que hubieran puesto de otro modo en cubrir sus necesidades más básicas. Así, los aristócratas del Imperio Romano tenían sus pretensiones literarias; muchos aristócratas europeos, hace pocos siglos, invertían mucho tiempo y energía en cazar, cuando para nada necesitaban comida; otros aristócratas rivalizaban por la posición social a través de elaborados despliegues de riqueza, y unos pocos aristócratas, como Hirohito, orientaron sus esfuerzos hacia la ciencia.

 39 Usamos el término "actividad sustitutoria" para designar una actividad que persigue directamente una finalidad artificial que la gente inventa para sí misma, con el mero objeto de tener alguna finalidad por la que trabajar, o, si se nos permite decirlo, por la simple satisfacción que experimentan al perseguir dicha finalidad. He aquí una regla fácil para la identificación de actividades sustitutorias: dada una persona que dedica mucho tiempo y energía a la persecución del objetivo X, pregúntate esto: si tuviera que dedicar la mayoría de su tiempo y energía a satisfacer sus necesidades biológicas, y este esfuerzo le requiriera usar sus fuerzas físicas y mentales de un modo variado e interesante, ¿se sentiría seriamente frustrado por no alcanzar la finalidad X? Si la respuesta es no, entonces la persecución de la finalidad X es una actividad sustitutoria. Los estudios de Hirohito de biología marina constituyen claramente una actividad sustitutoria, ya que parece seguro que si Hirohito tuviera que invertir su tiempo trabajando en tareas no científicas que le resultasen interesantes, que le fuesen necesarias para cubrir sus necesidades vitales, no se hubiera sentido frustrado por no saberlo todo acerca de la anatomía y los ciclos de vida de los animales marinos. Por otro lado, la persecución del sexo y del amor (por ejemplo) no es una actividad sustitutoria, porque mucha gente, incluso si su existencia fuera satisfactoria en todo lo demás, se sentiría frustrada si pasara sus vidas sin tener nunca una relación con un miembro del sexo opuesto. (Pero perseguir una cantidad excesiva de sexo, más de lo que uno necesita realmente, sí puede ser una actividad sustitutoria). 

40. En la sociedad industrial moderna sólo es necesario un mínimo esfuerzo para satisfacer las necesidades físicas propias. Es suficiente superar un programa educativo para adquirir alguna pequeña cualificación técnica, desempeñar luego un trabajo puntual y ejercer un esfuerzo muy modesto para mantenerlo. Los únicos requisitos son una cantidad moderada de inteligencia y, lo más importante, simple OBEDIENCIA. Si uno cumple con esto, la sociedad se ocupa de ti desde la cuna hasta la sepultura. (Sí, hay una clase baja que no puede garantizarse las necesidades físicas, pero aquí estamos hablando de la corriente principal de la sociedad). Por eso no es sorprendente que la sociedad moderna esté llena de actividades sustitutorias. Esto incluye el trabajo científico, las prácticas deportivas, el trabajo humanitario, la creación artística y literaria, las carreras profesionales y sus ascensos, la acumulación de dinero y bienes materiales más allá del punto que aportan satisfacciones adicionales, y el activismo social cuando las cuestiones a las que se dirige no son importantes para el activista personalmente, como en el caso de activistas blancos que trabajan por los derechos de las minorías que no son blancas. Estas no son siempre actividades sustitutorias puras, ya que para alguna gente pueden venir motivadas en parte por otros incentivos más allá de ocupar sui tiempo en algo. El trabajo científico puede estar en parte motivado por un impulso de prestigio, la creación artística por una necesidad de expresar sentimientos y el activismo social militante por la agresividad. Pero para mucha gente que las persigue, estas actividades son a la larga parte de actividades sustitutorias. Por ejemplo, la mayoría de los científicos estarán de acuerdo probablemente en que la satisfacción personal que obtienen de sus trabajos es más importante que el dinero y el prestigio que ganan. 

41 Para alguna gente, si no para la mayoría, las actividades sustitutorias son menos satisfactorias que el esfuerzo de perseguir objetivos reales (éstas son finalidades que la gente querría alcanzar incluso si la necesidad del proceso de poder estuviera ya realizada). Una muestra de esto es el hecho de que, en muchos o en la mayor parte de los casos, la gente que está profundamente comprometida en actividades sustitutorias nunca está satisfecha. De esta manera, el que se esfuerza en conseguir dinero, sigues esforzándose en hacer más y más riqueza, aunque no tenga un objetivo en que emplearla. El que hace deporte, en mejorar su marca, y así sucesivamente. El científico, tan pronto como ha resuelto un problema, pasa al siguiente. Mucha gente que persigue actividades sustitutorias dirá que consigue más satisfacción de estas actividades de la que obtienen de sus actividades "mundanas" o de cubrir sus necesidades biológicas, pero esto se debe a que, en nuestra sociedad, el esfuerzo necesario para satisfacer las necesidades básicas ha sido reducido a la trivialidad. Y aún más importante, en nuestra sociedad la gente no satisface sus necesidades biológicas de manera autónoma, ya que todos funcionamos como parte de una inmensa máquina social llena de imposiciones. En contraste, la gente disfruta generalmente de bastante autonomía a la hora de realizar sus actividades sustitutorias. Para lo que no importa, la presión es mucho menor.