Los patos y el amor

Así es, como los patos del parque Golden Gate, el parque más grande en cautividad.

Todo el mundo, con su condenada bondad les da de comer durante todo el año, y eso es su perdición, porque cuando llega la época de volar al Sur, entonces viene la amarga consternación, porque de tan gordos no pueden alzar el vuelo, y hay que verlos, Dios mío, aletear como desesperados en el otoño, gritando y mesándose el pelo, porque su naturaleza está lastrada por el pan y su migración, impedida por las migajas.

Te retuerces las manos al verlo, y ése es otro ejemplo del amor; al fin estás tan gordo, con la gula del estómago, que no puedes ni moverte.

Djuna Barnes. El bosque de la noche.