Podemos asegurar que Ibiza hay duendes, o les hemos visto en persona o hemos sido testigos de alguna de sus travesuras. Pero en la isla a los duendes se les llama de otra forma aunque su modus operandi es el mismo que el resto de su especie.
Los fameliars son pequeños y feos duendes que únicamente se pueden ver el día de San Juan desde el puente de Santa Eulalia. Justo ese mismo día nace una hierba fantástica que desaparece muy rápidamente y de ella nacen los fameliars. Si te encuentras con uno de ellos te demandará «feina o menjar«, trabajo o comida. Y más vale que se lo des, porque tienen fama de inquietos y molestos.
Otro duende autóctono es el barruguet, un pequeñajo escurridizo con mucha fuerza cuya única misión en la vida es hacer travesuras sin parar. Si quieres encontrarlos la tradición dice que suelen vivir en pozos y cisternas.
Los crespells es un tipo de duende que solo existe en Sa Cova des Crespells, cerca de la zona de Buscastell. Se supone que dentro viven 7 crespells pequeños y uno grande, con una piel arrugada, sin parar de gruñir y echando fuego por los ojos.