La falsificación ganadora

En la falsificación de arte, todo el mundo gana.

El vendedor quiere que sea auténtico.

Y el museo.

Y la ciudad donde se expone.

Y el comprador.

Y el estudioso.

Y el experto que lo certifica.

Y el tasador.

Y la casa de subastas...

¿Por qué va a ser falso si sólo pierde el autor, que ya está muerto?

No puede ser falso. Eso es imposible.

Fake. Manuel Albero.